Las patentes y su importancia

Por Eva Becerril
Fotografía: Carlos Sánchez, Alejandra Zamora y Archivo


La mejor alternativa para garantizar la protección de los desarrollos científicos y tecnológicos es hacer una solicitud de patente para así conseguir el registro, que en algunos casos permite el resguardo no sólo en el país de origen, sino que se extiende a otros.

En nuestro país, la instancia que se encarga de amparar estos derechos es el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), considerado como la primera línea de promoción y defensa de la innovación, la creatividad y el desarrollo económico.

Una patente es el derecho de exclusividad que otorga el Estado sobre una invención. Se tramita ante el IMPI por medio de un documento técnico que describe el avance tecnológico de la invención.

Por eso, para el desarrollo de la sociedad es muy importante que el trabajo que realizan los investigadores de las instituciones de educación superior sea registrado y protegido, pues es el semillero de los emprendedores e innovadores del país.



Una patente es el derecho de exclusividad que otorga el Estado sobre una invención.



Apoyar e impulsar el conocimiento científico y tecnológico que se genera en las universidades se verá reflejado en un mayor número de solicitudes de patente y desarrollos tecnológicos.

Cabe hacer mención que cualquier creación, ya sea artística, escrita, musical, entre otros puede ser salvaguardado a través de otras instancias que se encargan de garantizar los derechos autorales y patrimoniales.



¿Qué se puede patentar?



La página del Instituto Mexicano de la Propiedad intelectual ha publicado en página web el texto “La patente, pieza clave que mejora la vida”, donde establece que las patentes son un derecho exclusivo sobre un invento que puede ser un producto, un proceso, fórmulas químicas o compuestos, maquinaria, dispositivos electrónicos, procedimientos para la fabricación de algún producto, entre otros.

Se puede registrar siempre y cuando cumpla las características de ser novedoso, ofrezca una solución a una necesidad humana que cualquier experto no puede resolver y tiene una aplicación industrial.

Las patentes promueven la investigación, el desarrollo tecnológico e impulsan la generación de nuevos productos o procesos que facilitan la vida diaria, al tiempo que su comercialización te da beneficios económicos.

En México se puede proteger las invenciones por un periodo de 20 años, pero no se permite patentar desarrollos parecidos o idénticos.



Apoyo en la protección de invenciones científicas



La División de Investigación, Desarrollo e Innovación, a través de la Dirección de Transferencia de Tecnología, es la encargada de dar asesoría y gestión de la protección de los derechos de los resultados de la comunidad universitaria como creación artística e investigación científica.

La Dirección de Transferencia de Tecnología realiza la gestión inicial técnica de la protección de la propiedad intelectual mediante la cual detecta posibles resultados susceptibles a ser protegidos, los encamina a la correcta protección de los derechos de autor y la propiedad industrial, y culmina con la obtención de certificados y títulos de propiedad intelectual.

Se encarga de dirigir estratégicamente los resultados susceptibles a protección de la propiedad intelectual que fomenten la transferencia e innovación.



Patentes universitarias



“Invención de un motor eléctrico lineal de configuración adaptable”, creado por Alejandro Morales Peñaloza de la Escuela Superior de Apan (ESAp), fue la primera patente para nuestra alma mater.

Es un motor eléctrico para autos híbridos que va incorporado a una llanta. Actualmente hay dos tendencias para motores híbridos: uno es acoplado al mismo de combustión interna y los otros van ajustados a la llanta.

La segunda patente fue desarrollada por Santiago Ricardo Tomás Filardo Kerstupp, Javier Isaías Alanís Ortega y Alfonso Atitlán Gil, del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería (ICBI), quienes inventaron el “Polvo a base de frambuesa roja rubus idaeus y zeolita activada y micronizada para atenuar la adicción a la nicotina, proceso para su preparación y su uso”.

Es un polvo para preparar bebidas funcionales, refrescantes o como aditivo para productos alimenticios para tratar la adicción a la nicotina a través del ácido elágico que contiene la frambuesa. Los consumidores del polvo pueden disminuir el síndrome de abstinencia sin necesidad de comer tantos frutos.





La tercera patente fue generada por Víctor Jesús Sánchez Ávila, con la asesoría de Santiago Filardo Kerstupp. Su patente se denominó “Encapsulamiento de sabores sintéticos y extractos naturales de frutas, granos y fármacos con gomas extraídas de Opuntia spp. y Cylindropuntia imbricata, mediante secado por aspersión para su utilización como materia prima de la industria alimentaria y farmacéutica”.

Puede ser usado en productos que se requieran para la elaboración de bebidas refrescantes, confitería, frituras, café soluble y toda aquella industria que utilice sabores en polvo y como agente encapsulante.

La cuarta patente fue desarrollada por Raquel Cariño Cortés, del Instituto de Ciencias de la Salud (ICSa), y Karina Fernández Zúñiga, egresada de la Licenciatura en Nutrición, junto con Víctor Sánchez Ávila y Santiago Filardo, se denomina “Antioxidantes micro encapsulados procedentes de frutos rojos (fresa, uva, zarzamora, arándano rojo y azul) para su utilización en productos alimenticios y farmacéuticos”.

Esta invención da seguimiento a las dos invenciones anteriores. En este trabajo las microcápsulas pueden someterse a altas temperaturas y resisten PH ácidos hasta de uno, por lo que mantienen seguro su contenido hasta ser ingeridos. Para asegurarse de ello, los investigadores colocaron en una galleta las micro cápsulas que al ingerirlas liberan un activo en el estómago y sirve para atenuar la adicción a la nicotina.

Los antioxidantes micro encapsulados no sólo se pueden agregar a una galleta, también se pueden incluir en otros productos, como el yogurt.

Es muy importante el trabajo que realizan las universidades e institutos de educación superior al ser el semillero de los emprendedores e innovadores del país. Estas no son las únicas patentes que ha generado la UAEH, pronto se darán a conocer más desarrollos tecnológicos que dan solución a las necesidades de la sociedad a la que nos debemos.