Foto reportaje
De suertes, lazos y caballos

Texto y fotografía de Alejandra Zamora Canales


Desde 1934 y por decreto presidencial, el 14 de septiembre se conmemora el Día Nacional del Charro, con el fin de reconocer el trabajo de quienes mantienen vivo el arte de la charrería.





Por este motivo, la Asociación de Charros de Pachuca realizó su tradicional desfile anual por el corazón de la capital del estado de Hidalgo, considerado Cuna de la Charrería. El contingente de más de cien escaramuzas, charros e infantes engalanaron las calles con la destreza de sus suertes, la vistosidad de sus trajes multicolores y la nobleza de sus caballos.





El 1 de diciembre de 2016, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad a la charrería mexicana; convirtiéndola en la novena inscripción del país en la lista de la institución.



Un poco de su historia



Durante La Colonia, los españoles y criollos prohibieron el uso del caballo a la población indígena, mestiza y mulata de la Nueva España por ser considerado un medio de poder, sin embargo; el aumento de las haciendas, minas y ranchos en el país obligó a los gobernantes españoles a buscar mejores estrategias para el control del ganado; concediéndoles el permiso del manejo y posterior adiestramiento de los equinos.





Fue en los llanos de Apan, Hidalgo, durante el siglo XVI donde la charrería vio su origen, cuando el Barón Sebastián de Aparicio trató de enseñar a los indígenas cómo domar el ganado con el uso del lazo. Hoy en día en México se realizan aproximadamente dos mil eventos anuales en los que participan mil asociaciones charras donde se ha impulsado el deporte nacional en el sector más joven de la población para continuar con su legado.





Las suertes son exhibiciones de destrezas que realizan los charros, se dividen en 10 tipos entre las que se encuentran: el paso de la muerte, el coleadero, manganas a pie, cala de caballo y el jineteo de toro.



Las mujeres en la charrería



En 1953 nace la figura de la escaramuza a través de un ballet ecuestre, donde grupos de seis, ocho o doce mujeres vestidas con trajes de “Adelitas” realizaban coreografías sincronizadas a caballo, para mostrar su dominio al montarlos





Actualmente las escaramuzas charras han ganado terreno en las suertes de la charrería al incluirse el caladero femenil durante las charreadas; esta suerte consta en que la jinete detenga bruscamente el caballo a pleno galope en un rectángulo a mitad del ruedo, posteriormente deberá realizar el “rayar” y “dar los lados” para exhibir el control del equino.