Todos somos monstruos. Hay criaturas escondidas dentro de nosotros, de las obsesiones, los sueños, las tentaciones, dispuestas a salir en cualquier momento. Nadie quiere ser el malo de su propia historia, pero la sombra en los cuentos de “Siempre terminamos hablando de monstruos” nos demuestra que está al acecho, dispuesta a manifestarse ante las debilidades más humanas.
¿Qué pecados habrán cometido? Se pregunta uno de los personajes. Entra a estas páginas y descubre cada uno de sus horrores. Ten cuidado con el mundo de David Becerril en donde los deseos, pasiones, acuerdos, fobias, sentimientos, y leyendas son tergiversados hasta convertirlos en pesadillas y monstruos que viven en cada uno de nosotros.
Porque sí, es verdad: los humanos siempre terminamos hablando de monstruos.