Arraigo
Carlos Bazán
Hugo Pacheco
El pintor chocholteco Carlos Bazán Ramos y el fotógrafo mixteco Hugo Pacheco Méndez; muestran parte de su cultura a través del pincel y la cámara. Con una perspectiva diversa en que se mezcla el color, el monocromo, los símbolos, las expresiones culturales y la cosmogonía de Oaxaca, estado que los vio nacer y en el cual desarrollaron un arraigo cultural que hoy expresan desde su arte.
A través del retrato y el paisaje, Pacheco nos brinda un viaje por la Ñuu Savi (pueblo de la lluvia) y la Región Chocholteca, ambas con climas agrestes y de sangre migrante, que han mantenido su identidad por siglos pese a lo adverso. Las fotografías nos llevan al campo, a los cerros, hasta llegar a la mirada protagonista de su gente.
Vemos a un jinete solitario entre nopales y la piedra dura; ahí donde el tiempo es un retazo de nube y monte alto. El cultivo y pisca de maíces nativos, patrimonio biocultural de México. Un joven de fresca sonrisa, sosteniendo una serpiente cascabel, montado en su caballo. Un grupo de mujeres mixtecas portando su huipil, arte textil de gran belleza y significado.
Paisajes y atmósferas en que pareciera reinar el silencio, hijo de la migración, donde también existe una fuerte resistencia cultural en la gastronomía, la agricultura y la naturaleza misma.
Bazán dibuja el día con colores de la tarde a media luz, con el infinito a lo lejos. Rememora la noche con el aullido del coyote en el monte, que te ataranta y al final se lleva la gallina o el borrego. Mágico animal que vaga en el llano y sabe esperar sabiamente al tiempo desde sus raíces.
Maguey de pulque, maguey papalomé, maguey de potrero; en primavera sale su flor como un falo florido. Ahí convergen todo tipo de insectos, pájaros colmeneros que llegan como un rayo de luz: arcoíris que zumba como fuego cuando pasa por el cielo enrojecido. La muerte con su cotón de lana de borrego que mira a los ojos al chupamirto, mensajero que va por los aires como una chispa y desaparece al horizonte.
Rxiruzki, rxixra, rxínche, rxirjatse. Chupamirto, coyote, culebra, águila, animales de aquí, caminan con nosotros al alba o en la tarde con viento, ahí estamos viviendo como iguales, en esa tierra llamada chocholteca.
Estas obras representan parte de la cosmogonía de dos naciones que han compartido territorio, tradiciones, alimento y geografías. Estamos todos en sus fotografías y pinturas, resistiendo desde el arraigo.
Jaime Santiago
Poeta ngiba