Crónicas del Transcurso de un río
Javier Acevedo Mota




Después de cinco años de haber estudiado la Lic. en Biología a la capital hidalguense, regresé a Tezontepec de Aldama, el lugar donde nací y aprendía a nadar. Comencé a explorar la parte del río Tula que atraviesa en este municipio como parte del proceso interdisciplinario que estaba teniendo al empezar a estudiar artes visuales.

En una constante búsqueda de formular proyectos que ambularan en la intersección entre arte y biología, fueron los grandes cambios que modificaron al río, los que me hicieron aventurarme en un viaje que buscara las crónicas de un ecosistema ripario atravesado por complejidades donde la erosión de la biodiversidad, el paisaje, la salud humana y la memoria están en peligro por las descargas de agua residuales que provienen de la Ciudad de México y Estado de México; el uso excesivo de agroquímicos, la mala planificación de alcantarillado y las fugas de hidrocarburo ocasionadas por el crimen organizado.

Crónicas del transcurso de un río inició en el 2018 con la ayuda del Programa de Estímulos para la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) de Hidalgo, en su proceso, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) declaró en 2019 como lugar inhabitable la zona de Tula, por los altos contaminantes del aire, suelo y agua; en ese mismo año se desató la “Guerra contra el Huachicol” en el territorio anfibio del Valle del Mezquital, por lo que estás problemáticas moldearon el desarrollo y productos del proyecto que tenía en mente. Como resultado obtuve fotografías, esculturas, dibujos, instalaciones y paisajes sonoros, que se articulan como piezas de un rompecabezas sin una imagen definida que para mí significa el Río Tula.

Este proyecto integra seis piezas, de las cuales cuatro se muestran en esta exposición; Aproximaciones para desdibujar el cauce, Derrame, Hidrografías y Evaluación del crecimiento en zona roja; cada una se vuelve una crónica que reflexiona y cuenta el imaginario colectivo que el río desbordó en las personas, factores de contaminación que afectan al agua por la basura que navega por el río, como el sonido puede generar imágenes para guardarse en la memoria colectiva y la extracción ilegal de combustible como nuevo contaminante en el paisaje y el tejido social. Además, se exhiben fotografías que forman parte de Guerra del ahuachicol, escultura que especula el siguiente conflicto socioambiental en la región, el robo y escasez de agua; así como parte del archivo de fotografías que tomé en las exploraciones, ya que me han servido como una bitácora para pensar en otras problemáticas que atraviesa el río, como la introducción de especies exóticas-invasoras.

Buscar las crónicas del transcurso del río que exploraba de niño me hizo volver a nadar, refrescó mi memoria, y sigo nadando en el imaginario de Tezontepec para seguir buscando memorias y resignificaciones de la naturaleza.

Bendecido es Tezontepec de Aldama por su agua, pero en peligro por ser robada.

Agua santa que crío a sus hijos y los hijos de esos hijos.