Sé un artista

Al ser el jardinero en el gran jardín de nuestras propias creaciones, deseos, ideas e incluso arrogancia/soberbia, y arreglar camas de plantas como largas y cortas conversaciones (casi siempre sin otros participantes) es como usar diminutas semillas para crear las más fantásticas imágenes y explosiones de colores a partir de simples historias humanas, entrelazadas con temas finos de la vida diaria, todo con la creencia de que el verdadero amor existe. Esta no es más que una pequeña pero hermosa excusa en la búsqueda de su propia substancia, en el que cualquier punto y coma sería superfluo. La puntuación podría no existir porque en el corazón del autor no hay jerarquía ni organización del tipo de ingeniería, en cambio, es un gran mundo que está arreglado de tal manera que siempre podemos percibirnos en él y pasar el resto de nuestra vida buscándonos a nosotros mismos.

Poder articular y percibir lo que se ha logrado en poco más de 50 años es como si organizaras la fiesta de cumpleaños más genial. Mis abundantes regalos serían de parte de mí mismo, presentándolos para que ustedes los vean. La luz siempre llamó mi atención, como un espectro. Es la luz la que se nota primer, visiblemente por encima de todo proveniente de nuestro querido sol, debido al brillo de la mañana y al calor que nos mantiene cálidos.

El calor es el primero en agitar los sentidos and puedes permanecer bajo sus efectos por largo tiempo. Pero ser no es suficiente. Ser un artista es más que el simple ser. Es uno mimos dándose forma, el espacio que puede transformarse en el plano de la nuestra tarea artística solo a través del poder del talento.

El artista lo es porque sabe algo que los demás no saben.

Bata Knezevic nació a mediados del siglo pasado en Belgrado en 1947. Ha tenido una vida de aventura, 13 escuelas en 4 países y 3 idiomas diferentes, y aún no termina. Por cierto, repitió el primer año de primaria.

Su primer golpe de suerte ocurrió cuando asistió a la Academia de Artes Aplicadas en Varsovia, donde más que nada se dedicó al diseño, ilustración y pintura de libros, en las clases del profesor Jan Sencer y la profesora Julian Palka. Terminó su MA en 1972. Conoció e interactuó con todos los artistas de cartel importantes de Polonia y muchos otros de alrededor del mundo.

Después de estudiar en Polonia, regresó a Yugoslavia (un país que, por cierto, ya no existe), donde comenzó su trabajo creativo en varios sectores del arte. Fundó el estudio ATELIER Bata Knezevic donde imprimía la mayoría de sus carteles en serigrafía. Trabajó para muchas instituciones culturales, casas editoriales y teatros en todo el país (que repito, ya no existe).

Después de este periodo, su arte se hizo más esporádica y relajada. Se involucró en la protección de especies de peces en peligro, del esturión del Danubio, un río que pasa junto a su casa. La impresión en serigrafía tuvo el mismo destino que Yugoslavia, fue reemplazada rápidamente con técnicas de impresión más rápidas, más baratas y más productivas.

Enseñó diseño gráfico y de cartel en la Academia de Artes Aplicadas de Belgrado.

Dentro de su studio "Novum Design", con su esposa Svetlana, se involucró en el diseño y producción de colecciones de papel. Pasa la mayor parte de su tiempo libre haciendo jardinería, esculturas de hierro forjado, creando mosaicos, cerámicos, trabajando principalmente en porcelana y disfrutando de la gastronomía, expresiones todas de armonía y variedad de sabores y colores. Cocinar es lo más cercano a pintar. Hace que tus queridos amigos sonrían. Sin ellos, esto no tendría ningún sentido. Durante los últimos años ha estado más dedicado a pintar.

Tiene una hija, Hana.
“Hana es mi mejor diseño, y también es una artista”.