Imagen extraida de
https://www.esa.int/Space_in_Member_States/Spain/El_telescopio_espacial_James_Webb_se_presenta_en_ESAC
La Navidad de 2021 pasará a la historia en el mundo de la ciencia porque justo el 25 de diciembre, alrededor del mediodía, fue el exitoso lanzamiento del cohete Ariane desde la base Kouru en la Guayana Francesa, llevando a bordo un equipo de poco más de 6 toneladas de peso, replegado y guardado como un origami, para su posterior despliegue en el Universo, se trata del telescopio espacial más ambicioso de la humanidad, el James Webb.
La curiosidad científica por descubrir el origen de nuestro sistema solar al observar el cielo ha generado, a lo largo de la historia, conocimiento científico e importantes desarrollos tecnológicos de gran utilidad como el rayo láser o los rayos X, por mencionar lo más conocidos.
En el siglo XVIII, el astrónomo William Herschel descubrió el infrarrojo y revolucionó la producción de espejos para telescopios. Sus máquinas para pulir operadas a mano lograban fabricar superficies reflectivas súper suaves en un disco moldeado de una mezcla de hojalata y cobre.
Sin embargo, para el siglo XX ya no fue suficiente montar grandes telescopios en los puntos más altos de las montañas para observar las estrellas y en 1990 lanzaron al espacio Hubble que tenía una vida útil de más de 30 años, un espejo para captar la luz de las estrellas de casi dos metros y medio y pesa más de 12 kilos. Sin embargo, desde el principio detectaron fallas y limitaciones e inmediatamente comenzaron a diseñar a su sucesor.
30 años después, la agencia estadounidense NASA, en colaboración con las agencias espaciales Europea y Canadiense, lograron construir, probar y lanzar al espacio el Telescopio James Webb que tiene un costo de diez mil millones de dólares, sin duda el más caro y complejo de la historia, pues tras su lanzamiento, llegó la parte más arriesgada de la misión: desplegar todos los componentes para que su enorme espejo de 6.5 metros (mucho mayor que el de Hubble) para que logre captar confines del cosmos hasta casi el origen del Universo, y esto será posible porque es importante recordar que al observar objetos muy distantes, los estamos viendo tal y como eran en el pasado, en el momento que emitieron la luz que hoy llega hasta nosotros.
Otra diferencia con el telescopio antecesor es que pesa la mitad, poco más de 6 kilos, podría alcanzar una vida útil quizá superior a los 10 años pero sobre todo que operará a menos 230 grados centígrados y esa baja temperatura le permitirá captar el espectro infrarrojo y observar casi todo lo que hay más allá de la Tierra: desde lunas heladas y cometas en nuestro propio sistema solar hasta los colosales agujeros negros que residen en el centro de todas las galaxias. Se espera que esté particularmente adaptado para estudiar planetas que orbitan otros soles.
Para ello, su ubicación es clave. Tardará un mes en situarse en la órbita del Sol, a unos 1.5 millones de kilómetros de la Tierra, superando por mucho al Hubble situado “apenas” a 600 kilómetros de nuestro planeta. Y en ese viaje, durante 14 días el James Webb desplegará sus antenas, proceso que inició el pasado 28 de diciembre, tres días después de su lanzamiento al espacio, hasta alcanzar los ocho metros de altura y su escudo solar que medirá 21.2 por 14.2 metros, el equivalente a una cancha de tenis.
El despliegue tiene lugar durante un período de dos semanas, inmediatamente después del lanzamiento. Esto implica una delicada sinfonía de ajustes de bisagras, motores, engranajes, resortes, poleas y cables que deben funcionar por comando y a la perfección.
Los científicos del Webb contabilizan al menos 344 “puntos de fallo único”, es decir, momentos críticos en la línea de tiempo en los que, si la acción no ocurre en el momento justo, el telescopio de seis toneladas no puede lograr la configuración deseada, causando el fallo total de su misión.
Pero el pasado miércoles 5 de enero informaron que el Webb desplegó la estructura de su segundo espejo, el cual mide 7.6 metros de largo y servirá para reflejar la luz; una semana antes desplegó con éxito su parasol de cinco capas que lo protegerá del calor del Sol, la Tierra y la Luna y garantizará que los espejos se mantengan lo suficientemente fríos. Con esto lograron eliminar el 75% de las 344 fallas potenciales que podrían surgir durante la travesía.
El siguiente paso es desplegar su principal espejo que tiene forma de panal y mide 6.5 metros con el fin de recoger más luz del espacio y obtener mayor número de detalles.
El conocimiento y desarrollos tecnológicos que significan el Telescopio Espacial Webb en el Universo es de interés mundial, así que seguiremos de cerca sus avances y hallazgos.
Si desea conocer la información de manera más directa, recomendamos los siguientes links:
https://www.infobae.com/america/ciencia-america/2021/12/30/el-poderoso-telescopio-james-webb-comenzo-a-desplegarse-en-el-espacio/
https://www.bbc.com/mundo/noticias-59777397
https://www.investigacionyciencia.es/noticias/los-prximos-pasos-del-telescopio-james-webb-20587
https://aristeguinoticias.com/0501/kiosko/webb-despliega-su-segundo-espejo-con-exito-video/