Otorgan Nobel de Economía a estudios de mercado laboral y al uso de investigación empírica en las ciencias económicas
15 octubre 2021



Fotografía tomada de
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Los economistas David Card, originario de Canadá, Joshua Angrist de Estados Unidos y Guido Imbens de Países Bajos, aunque los tres trabajan en universidades estadounidenses, fueron galardonados con el premio Nobel de Economía 2021 por sus contribuciones a la economía laboral y en el análisis de las relaciones causales, informó la Real Academia Sueca de Ciencias, que destacó el papel de los tres por haber "revolucionado la investigación empírica en las ciencias económicas".

El monto del premio, de casi un millón de euros, será compartido; la mitad para David Card por analizar los efectos del salario mínimo, la inmigración y la educación en el mercado laboral, y el resto será dividido entre Joshua Angrist y Guido Imbens "por sus aportes metodológicos al análisis de las relaciones causales", es decir, por demostrar cómo se pueden extraer conclusiones precisas sobre causa y efecto a partir de experimentos naturales, o situaciones que surgen de la vida real.



Aumento de salario mínimo ¿genera desempleo?



El economista David Card demostró que aumentar el salario mínimo no necesariamente conduce a menos puestos de trabajo, lo que representa una revolución en "la sabiduría convencional" y una "mejor comprensión de cómo funciona el mercado laboral que hace 30 años", según el jurado de la Academia.

A principios de la década de 1990 se impuso la idea de que un salario mínimo alto conduce a una menor tasa de empleo porque aumentan los costos salariales para las empresas. Sin embargo, la conclusión de Card y su colega Alan Krueger, ahora fallecido, es que los efectos negativos de este incremento son residuales.

Card también hizo contribuciones importantes en el campo de la educación y su impacto en el éxito futuro de los estudiantes en el mercado laboral. Una vez más, sus resultados cuestionaron la sabiduría popular: investigaciones anteriores sugerían que la relación entre el aumento de recursos y el rendimiento escolar, así como las oportunidades laborales en la adultez, era débil. Sin embargo, estos trabajos no consideraban la posibilidad de una asignación compensatoria de recursos. El economista canadiense dio un paso adelante y examinó este posible impacto de los medios en el futuro éxito de los estudiantes para conseguir empleo.

Junto a su colega, comparó el nivel educativo de las personas que vivían en la misma ciudad, pero que habían crecido en diferentes estados dentro de Estados Unidos. El propósito fue confrontar su formación en la infancia y adolescencia para observar la inversión que hacía cada lugar.

Card y Krueger encontraron que los recursos son importantes hasta el punto de que los rendimientos aumentan con la densidad de maestros. Su hallazgo inspiró muchos estudios nuevos y en la actualidad, "existe un apoyo empírico relativamente sólido para demostrar que las inversiones en educación influyen en el éxito posterior de los estudiantes, sobre todo para aquellos de entornos desfavorecidos".



Experimentos científicos para ciencias sociales



Por su parte, Joshua Angrist y Guido Imbens fueron reconocidos "por sus aportes metodológicos al análisis de las relaciones causales", es decir, por demostrar cómo se pueden extraer conclusiones precisas sobre causa y efecto a partir de experimentos naturales, o situaciones que surgen de la vida real.

El marco metodológico desarrollado por ellos ha sido adoptado por investigadores que trabajan con datos de observación, así como experimentos aleatorios en los que no se tiene un total control sobre quién participa en la intervención, que es el caso de casi todas las pruebas de campo, explicó Eva Mörk, miembro del comité de premiación.

De acuerdo con Justin Wolfers, catedrático de la Universidad de Michigan, citado por El País, “los economistas sabían que correlación no implicaba causalidad, pero hacían poco al respecto”; añadió, “mirábamos los datos y decíamos ‘correlación no es causalidad’, pero enseguida lo olvidábamos y formulábamos un montón de juicios pseudocausales basados en datos que realmente no sostenían esas afirmaciones. Pero David [Card], Josh [Angrish] y Guido [Imbens] dijeron: 'Espera'. Su respuesta no fue el rollo destructivo habitual de ‘no podemos hacer afirmaciones causales’, sino algo enteramente constructivo: aquí tienes una caja de herramientas que puede ayudarte a hacer afirmaciones causales creíbles”.

Para el experto, “no es un logro pequeño. Los premiados inventaron nuevos métodos para enfrentar el problema más profundo de la ciencia social.

Si desea leer más sobre la trascendencia de las investigaciones de los tres premiados, lo invito a ingresar al siguiente link:


https://cincodias.elpais.com/cincodias/2021/10/11/economia/