Buscará nueva empresa científica que el ser humano viva más años con salud





Una nueva empresa estadounidense ha estado fichando en secreto en los últimos meses a algunos de los mejores científicos del mundo, incluidos cuatro ganadores del Premio Nobel. La multinacional, denominada Laboratorios Altos, se presentó por fin al mundo el 19 de enero con el objetivo declarado de lograr que el ser humano viva más años con salud.

Los fichajes de la empresa son estelares. Su junta directiva incluye a la química estadounidense Jennifer Doudna, ganadora del Nobel de Química de 2020; a la ingeniera estadounidense Frances Arnold, Nobel de Química de 2018; y al virólogo David Baltimore, Nobel de Medicina de 1975 y también norteamericano. El japonés Shinya Yamanaka, Nobel de Medicina de 2012, es asesor científico de la nueva multinacional.

Las jóvenes células de un diminuto embrión humano, durante los primeros días, todavía son capaces de convertirse en cualquier tejido, pero en seguida se van especializando para dar lugar a los diferentes órganos del cuerpo. El investigador japonés Shinya Yamanaka descubrió que este proceso aparentemente inexorable tenía marcha atrás. En 2006 inventó una técnica para rebobinar células adultas hasta el estado embrionario. Su trabajo demostró que las células tienen la capacidad de rejuvenecer en el laboratorio, básicamente gracias a la activación de cuatro genes, responsables de la producción de cuatro moléculas reprogramadoras conocidas como factores de Yamanaka.

Esta reprogramación celular será una de las grandes líneas de investigación en Altos. La empresa ha elegido a dos científicos españoles, Manuel Serrrano y María Abad, que en 2013 lograron aplicar por primera vez la técnica de Yamanaka en animales, cuando trabajaban en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, en Madrid. Ellos consiguieron rebobinar células adultas de ratones vivos y transformarlas en células madre embrionarias, abriendo la puerta a la regeneración de órganos dañados. El problema es que aquella pionera reprogramación provocó multitud de tumores en los roedores.

El equipo de Izpisua en el Instituto Salk (Estados Unidos) sorteó el obstáculo del cáncer en 2016, al activar los cuatro genes rejuvenecedores de manera intermitente, en vez de constante. Sus ratones vivieron un 30% más, pese a que también habían sido modificados genéticamente para sufrir un envejecimiento prematuro y ahorrar tiempo en los experimentos.

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https://elpais.com/ciencia/2022-03-07/dentro-de-dos-decadas-podremos-prevenir-el-envejecimiento.html