La actividad humana ha tenido grandes consecuencias sobre el medio ambiente; uno de los mayores ejemplos es la deforestación que si bien no solo sucede por la tala de árboles porque también es consecuencia de fenómenos naturales, ocurre en su mayoría como consecuencia de las acciones directas de las personas.
La destrucción masiva de bosques y selvas ocasionan un enorme daño a la calidad del suelo y a los hábitats de numerosas especies. En muchas ocasiones es para cambiar su uso, es decir, destinar esas áreas para uso agrícola o para ganadería; en otros casos son explotados por empresas madereras o para la edificación de zonas urbanas. Este tipo de acciones destruyen principalmente bosques primarios que son aquellos que permanecen intactos, que no han sido explotados o fragmentados.
Sin embargo, ante este desolador panorama, gracias a una investigación científica demostraron que cuando las tierras son abandonadas resulta más rápida la regeneración del bosque. Dicho proceso se conoce como bosques secundarios.
La investigación titulada Multidimensional tropical forest recovery fue publicada en la revista científica Science. Estuvo dirigida por el profesor Lourens Poorter y recabó información a lo largo de 20 años, de 28 países, 77 paisajes y aproximadamente 2 mil 200 parcelas de bosque tropical ubicadas en América Latina y África Occidental, en la que contribuyeron 89 investigadores e investigadoras de distintas partes del mundo que trabajaron con una red de bosques secundarios llamada 2ndFOR, dirigida por la Universidad de Wageningen, en Países Bajos.
Uno de los países que colaboró con el estudio fue México, donde participaron personas investigadoras de distintas instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), el Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) y el Centro de Cambio Global y Sustentabilidad (CCGS).
A pesar que los bosques más estudiados son los de tipo templado porque poseen un sistema que puede considerarse homogéneo, ya que no cuentan una gran variedad de especies y por lo tanto son más fáciles de regenerarse, no obstante, la investigación optó por estudiar los bosques tropicales.
Este último tipo de bosques, cuentan con redes de miles de especies por lo que su recuperación no resulta tan sencilla; por lo que el estudio se enfocó en determinar su tiempo de regeneración y en observar si todas sus características podían rescatarse.
Los resultados de la investigación revelaron que en 10 años las características del suelo, en cuanto a la cantidad de carbón orgánico, podían recuperarse en un 90%; mientras que en 20 años se recuperaban entre un 98 y 100%. La estructura del bosque, en cuanto al diámetro máximo de los árboles y la composición de especies originales es un proceso más lento, recuperándose en un tiempo entre 80 y 120 años.
Lo que nos recuerda la importancia del papel que juegan los bosques secundarios para restaurar ecosistemas y conservar la biodiversidad, así como contrarrestar el cambio climático.
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