2021, buen año para la arqueología mexicana



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https://www.inah.gob.mx/images/boletines/2021_004/foto_home.jpg



Si el año pasado dejó patente que la arqueología mexicana es una de las más reconocidas a nivel mundial, este 2021 no se queda atrás con importantes descubrimientos, uno de ellos gracias al desarrollo de nueva tecnología. Sin duda, cerrará con fiesta esta ciencia. Aquí un breve recorrido por los hechos más relevantes.



La Joven de Amajac



En orden cronológico, justo el primer día de enero del año que está por terminar, César Cabrera y Alejandro Céspedes encontraron en su parcela, ubicada en la comunidad de Hidalgo Amajac, Veracruz, una escultura femenina completa de casi dos metros de altura. Tres días después, la arqueóloga María Eugenia Maldonado Vite dirigió los trabajos para confirmar que no sólo es una pieza prehispánica, sino que también es la primera de su tipo localizada en la cuenca del río Tuxpan, al sur de la huasteca veracruzana. Así que la llamaron la Joven de Amajac.

Su descubrimiento aporta nuevo conocimiento ya plasmado en fuentes etnohistóricas acerca del papel relevante de las mujeres en esta región cultural, al tiempo que abre nuevas líneas de investigación en torno al esplendor de la Huasteca desde la época prehispánica.

La escultura es actualmente exhibida en el Museo de Antropología, en la Ciudad de México y en estas vacaciones decembrinas sería un buen pretexto para darse una vuelta. Además una réplica estará en Paseo de la Reforma, donde antes había una escultura de Cristóbal Colón.

Por cierto, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) produjo un documental que narra el hallazgo de esta escultura prehispánica y los primeros resultados de su investigación alrededor del contexto donde fue descubierta y su iconografía.

Aquí el link del comunicado oficial del INAH:

https://elpais.com/mexico/2021-10-29/



Riqueza en la ruta del Tren Maya



El megaproyecto turístico del sureste mexicano ha puesto al descubierto nuevos vestigios en la zona maya que formaron parte de los antiguos asentamientos.

Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabaja a marchas forzadas para identificar, catalogar y preservar 17 mil 79 vestigicios conformados, entre otros por 80 entierros, 15 mil 585 inmuebles, más de mil monumentos muebles, 407 rastros agrícolas, 60 mil fragmentos cerámicos y 30 vasijas completas, hasta octubre pasado.

De acuerdo con un artículo de la periodista especialista en arqueología Anna Lagos que está publicado en El País, por el camino del ferrocaril que recorrerá la península de Yucatán de punta a punta a través de mil 554 kilómetros, los hallazgos no han terminado y las obras de excavación, que abarcan medio kilómetro a cada lado de la vía, pisan el acelerador para entregar antes de 2024, cuando está prometido arrancar el proyecto.

Cita a Diego Prieto, director del INAH, quien destaca, por ejemplo, una milenaria vasija con escritura jeroglífica cuyo tipo data de finales del periodo Clásico Temprano al Clásico Tardío (600 y 800 d. C.), atribuido a la zona de Oxkintok, en Yucarán, que probablemente corresponda a un depósito mortuorio.

Así como los 80 entierros humanos que, en algunos casos, presentaban deformaciones craneanas lo que indicaría que tuvieron un mayor estatus social y los más de 15 mil vestigios inmuebles en la periferia del proyecto: montículos y nivelaciones domésticas hasta basamentos con arquitectura compleja.

Para conocer a mayor detalle esta información, te invito a entrar al siguiente link:

https://elpais.com/mexico/2021-10-26/



Entierros en Xochimilco



En tanto, en el centro del país, en el pueblo de Xochimilco, al sur de la Ciudad de México, arqueólogos y arqueólogas mexicanas hallaron 17 entierros prehispánicos, informó el INAH, donde precisó que dicho descubrimiento muestra la transición paulatina de la práctica funeraria mesoamericana a la cristiana.

En el sitio se proyectaba la construcción de un local comercial pero durantes las excavaciones fueron descubiertos los vestigios y fue necesaria la intervención de la institución por el alto potencial arqueológico del lugar, el cual forma parte de la poligonal declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO, así como de la Zona de Monumentos Históricos de la alcaldía.

Para los especialistas, el sitio reveló que "los sucesivos moradores realizaron escasos cambios a las estructuras de una casa ubicada en el Barrio San Pedro Tlalnáhuac, manteniendo prácticamente la misma disposición espacial desde el periodo Posclásico Temprano (900-1350 d.C.)".

Por su parte la arqueóloga Mara Becerra señaló que el registro de materiales cerámicos y líticos en la excavación indicó que "durante esa época parte de la vivienda estuvo destinada a actividades cotidianas referentes al aprovechamiento del entorno lacustre y chinampero".

La experta recordó que Xochimilco fue un asentamiento mexica que proveía de productos agrícolas y otros bienes. Varios especialistas han señalado que "las chinampas son un verdadero experimento de bioingeniería hecho por los aztecas" y que representaban un importante sistema de agricultura que le daba de comer a un millón de personas en la época prehispánica.

En la nota, el INAH dijo que aunque no se ha determinado la extensión total de los conjuntos habitacionales -pues estos se prolongan a los predios contiguos-, "el hecho de que varios de los espacios hayan mantenido la misma función hasta el siglo XIX, permitió explorar con libertad lo que fuera el patio", área abierta de donde se han registrado importantes hallazgos.

Para mayor información, pueden acceder al siguiente sitio:

https://www.dw.com/es/



Ritual de despedida



Por último, en un recorrido muy apretado de todos los descubrimientos durante 2021, un equipo de personas expertas encabezadas por la arqueóloga Mara Abigaíl Becerra Amezcua descubrieron en el Centro Histórico de la Ciudad de México, lo que fuera la casa de una familia prehispánica mexica donde, por los objetos localizados, suponen que realizaron un ritual "para dar testimonio de que así terminaba un ciclo de sus vidas y de su civilización".

Su afirmación se basa en que la ofrenda fue hecha después de la toma de la ciudad mexica de Tenochtitlan, fundada por sus predecesores aztecas en 1325 y que en 1521 cayó ante la invasión indígena-española que llevó la Conquista de México.

"Entre cantos y olor de copal, los moradores dispusieron en el patio una ofrenda con múltiples elementos, entre los que destacan una olla con restos óseos, o sea cenizas humanas, y 13 sahumadores bellamente decorados de casi un metro de longitud, usados para quemar la resina", explicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia en un comunicado.

https://www.eluniversal.com.mx/cultura/