El impacto psicosocial por la pandemia está cobrando gran relevancia debido a las manifestaciones de problemas psicológicos asociados con la presencia de estrés, confusión y enojo. Ello puede observarse en la modificación de rutinas diarias, deterioro de las relaciones familiares y desórdenes en el dormir.
El cierre de instalaciones educativas ha cambiado el modo de enseñanza presencial por uno a distancia. Hasta la fecha, la gran mayoría de estudiantes en el país toman sus clases de manera virtual y esta condición complejiza la carga académica así como las interacciones conflictivas y los hábitos inadecuados de salud.
Tanto estudiantes como docentes han desarrollado diversos padecimientos que han mermado, de una u otra manera, su calidad física y/o mental. En el caso de estudiantes universitarios se muestra un incremento en síntomas de estrés, ansiedad y depresión, de acuerdo con estudios publicados por las doctoras Samantha K. Brooks, Rebecca K. Webster, Luis E. Smith y Lisa Woodland, investigadoras con publicaciones en la prestigiosa revista médica británica The Lancent.
Especialmente durante el confinamiento más estricto se observó que los hábitos-comportamientos no saludables y aumento de peso se asociaron con el estrés, y dado que muchas personas lo enfrentaron alimentándose de forma diferente, el presente estudio tuvo como objetivo investigar si existe una relación entre estrés académico y conductas alimentarias de riesgo en el contexto de la contingencia por la pandemia por COVID-19 entre universitarios de Hidalgo, bajo la dirección de la Dra. Rebeca María Elena Guzmán Saldaña, profesora investigadora y Jefa de Área en Psicología, en el Instituto de Ciencias de la Salud, donde curso el noveno semestre de la licenciatura.
S. Salinas y L. Álvarez, ambos estudiantes universitarios.
El proyecto de investigación titulado Estrés Académico y Conductas Alimentarias de Riesgo en el Contexto de Contingencia por la Pandemia por COVID-19 en Universitarios de Hidalgo se logró mediante un muestreo no probabilístico, bajo un diseño no experimental, transversal, un tipo de estudio descriptivo-correlacional y la participación voluntaria de 270 estudiantes de entre 19 a 24 años de edad; de los cuales, 77% fueron mujeres y 23% hombres de nivel licenciatura; además de hacer uso de la aplicación del Inventario Sistémico Cognoscitivo, el Cuestionario Breve de Conductas Alimentarias de Riesgo, un cuestionario sobre Situaciones y problemáticas escolares relacionadas a la pandemia por COVID-19 y la obtención del índice de masa corporal (IMC) mediante un autorreporte. Con todo lo anterior analizamos datos estadísticos descriptivos (bivariados), frecuencias, porcentajes, medias, diferencias y correlaciones.
Se halló que una tercera parte de los estudiantes presentó niveles severos de estrés académico; de los cuales, 10% a la par llevó a cabo conductas alimentarias de riesgo (ver figuras 1 y 2) donde las mujeres participantes mostraron mayores niveles de estrés (Ver tablas 2, 3). El 5% de los participantes se encontraban en situación de bajo peso y el 30% presentaban sobrepeso u obesidad (Ver tabla 1). Aunado a ello, las situaciones contextuales ante la crisis sanitaria por la COVID-19 muestran una relación significativa por la presencia del estrés académico y las conductas alimentarias de riesgo (ver tabla 3).
Tabla 1. Contraste del IMC por sexo
Tabla 2. Correlaciones con base al sexo
Nota: Atracón= atracón-purga, Medidas= medidas compensatorias. Negritas se muestran correlaciones significativas. *p < 0.05, **p<0.0
A. Granillo alumna-autora de la UAEH.
Importante: Imagen radicalmente modificada con fines representativos.
Al igual que diversos autores, se halló que a mayor presencia de estrés académico, mayor presencia de conductas alimentarias de riesgo. Reafirmando así lo dicho por la investigadora en Ciencias Médicas Claudia Unikel Santoncini respecto a que los trastornos de la conducta alimentaria son un problema de salud mental cada vez más frecuente entre jóvenes, particularmente en mujeres.
El 96% de las y los participantes se encontraban “sin riesgo” y el 4% “con riesgo” (ver figura 3). Acorde al sexo, los hombres no mostraron presencia de estas conductas, mientras que en mujeres fue de 4.8% (Ver tabla 5). Al analizar las conductas alimentarias de riesgo acorde a la edad, se encontró que los estudiantes de 21 a 24 años de edad se encontraban sin riesgo y que los de 19 y 20 años sí lo presentaron (Ver tabla 3). Con base a la edad del participante se pudo notar que la presencia de casos con bajo peso se ubicó en el rango de 19 y 20 años de edad; sobrepeso en todas las edades participantes y obesidad en personas de 19 a 22 años (Ver tabla 5).
Además se mostraron diferencias significativas en cuanto al nivel de estrés académico acorde al sexo, siendo las mujeres quienes lo presentaban en niveles más altos. De manera más específica, las y los jóvenes de 19 a 23 años se encontraban más vulnerables a diferencia de los de 24 años, ya que éstos últimos contaban con un nivel adecuado dentro de las estrategias de afrontamiento (ver tabla 4). Es notoria una disminución en el nivel de estrés conforme el semestre aumenta, donde el 45.9% de cuarto semestre reflejaron estrés severo, el 28.2% en quinto y el 25.9 % en sexto (Ver tabla 3).
Entre los 270 estudiantes que participaron en el estudio, 40% enfrentó problemas escolares altos y por lo tanto reflejaron niveles severos de estrés (Ver tabla 3). Ahora bien, cerca del 70% de las y los estudiantes presentaron problemas relacionados con COVID-19, es decir presencia de contagios-síntomas en personas cercanas o en el mismo estudiante, con porcentajes desde bajo nivel cerca del 29%, moderado el 53 % y severo el 18 % (Ver tabla 3).
Tabla 3. Características sociodemográficas, niveles de EA y presencia de CAR.
Frecuencia y porcentajes tomando los baremos normativos del inventario.
Tabla 4. Análisis de mínimos, máximos y medias de los factores acorde a la edad.
Integración de y diferencias f con base al sexo.
Nota: Atracón-P = atracón-purga, Medidas C= medidas compensatorias. * Negritas muestra diferencias f significativas
Para finalizar se mostraron correlaciones estadísticamente significativas entre estrés académico y conductas alimentarias de riesgo, donde las dimensiones de estresores y síntomas se relacionaron con atracón-purga, medidas compensatorias y restricción, las cuales son dimensiones dentro de las conductas alimentarias de riesgos (Ver tabla 5).
De esta manera se puede deducir que los problemas escolares que resultaron o se intensificaron durante el contexto de pandemia han influido en el aumento y desarrollo tanto de estrés académico como de conductas alimentarias entre las y los estudiantes. Por lo que llegamos a la conclusión de que el contexto de contingencia, el sexo y la edad del estudiante pueden influir en el desarrollo o mantenimiento tanto de estrés académico como de conductas alimentarias de riesgo.
Como miembro activo de la población estudiantil he visto, escuchado o presenciado cada una de las problemáticas aquí abordadas, desde la compañera (o) con pérdidas producto de la pandemia por COVID-19, él o la alumna que ha pensado o suspendido sus estudios como resultado de la misma situación, hasta la chica o chico que afronta día a día pensamientos discriminatorios hacia su apariencia física. La falta de conocimientos, recursos y guía continua de un profesor o profesora han mermado tanto el aprendizaje como la calidad de vida del estudiante. La salud mental, un tema tan crucial para el desarrollo óptimo de un individuo, no debe ser minimizado o ignorado por las autoridades educativas y gubernamentales.
Tabla 5. Correlaciones significativas entre los factores del SISCO, CAR e IMC acorde al sexo y edad del participante.
Nota: Atracón= atracón-purga; Medidas= medidas compensatorias. Las negritas muestran correlaciones significativas. *p < 0.05, **p<0.01.
Alicia Nephtali Granillo Fernández cursa el noveno semestre de la Licenciatura en Psicología dentro del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). Como parte de su Servicio Social participó en el proyecto titulado “Estrés académico y conductas alimentarias de riesgo en estudiantes universitarios” bajo la dirección de la Dra. Rebeca Guzmán Saldaña, quien también es Jefa del área académica. Por los resultados alcanzados, obtuvo el primer lugar en el área de Medicina y Ciencias de la Salud durante el Encuentro de Jóvenes Investigadores Región Pachuca, realizado el pasado 20 de octubre, el cual fue organizado por el Consejo de Ciencia, Tecnología e Innovación de Hidalgo (CITNOVA), junto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
También es autora-ponente del capítulo “Prácticas parentales relacionadas con conductas antisociales en adolescentes de Hidalgo, México” dentro del libro titulado Rostros y huellas de las violencias en América Latina, el cual fue publicado en el 3er Congreso Internacional sobre Problemáticas Contemporáneas, organizado por la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y la Red Latinoamericana de Estudios sobre la Violencia, k. realizado los días 21 y 22 de octubre pasado.