Reutilización de cubrebocas N95 por personal médico

Cubrebocas N95. Crédito: U.S. Food and Drug Adminstration.

La decisión de implementar políticas que permitan el uso extendido o reutilización limitada de los cubrebocas N95 debe ser hecha por los profesionales que manejan el programa de protección respiratoria de las instituciones, en consulta con sus departamentos de salud ocupacional y control de infecciones, así como los departamentos de salud pública locales o estatales. La decisión de implementación de estas prácticas debe hacerse considerando caso por caso, tomando en consideración las características del patógeno respiratorio (rutas de transmisión, prevalencia de la enfermedad en la región, tasa de ataque de infección y la severidad de la enfermedad) y las condiciones locales (p.ej., número de cubrebocas N95 disponibles, tasa de utilización de cubrebocas, éxito de otras estratégicas de conservación del cubrebocas, etc.).

Las siguientes secciones dos secciones describen los pasos específicos para la implementación de estas recomendaciones, minimizando los retos provocados por el uso extendido y reutilización, y para limitar el riesgo que podría resultar de estas prácticas.

Recomendaciones para el uso extendido de cubrebocas N95
El uso extendido es más recomendable que la reutilización debido a que involucra menor manipulación del cubrebocas y, por lo tanto, un menor riesgo de transmisión.
Una consideración clave para el uso extendido de un cubrebocas es que éste debe mantener su forma y función. Trabajadores en otras industrias usan rutinariamente cubrebocas N95 por varias horas ininterrumpidamente. La experiencia en estos entornos indica que este tipo de cubrebocas pueden funcionar dentro de sus especificaciones de diseño durante 8 horas de uso continuo o intermitente. En trabajadores de la salud, el tiempo máximo de uso del cubrebocas en lugares de trabajo no polvorientos está definido por cuestiones higiénicas (p.ej., el cubrebocas fue desechado porque se contaminó) o por consideraciones prácticas (p.ej., necesidad de usarlo en el baño, pausas para comer, etc.) más que un número predeterminado de horas.
El uso extendido por sí mismo es poco probable que degrade la protección respiratoria. Sin embargo, las instalaciones de atención médica deben tener claramente escrito procedimientos para advertir al personal de desechar cualquier cubrebocas que están evidentemente dañados o dificulten la respiración.

Recomendaciones para la reutilización de cubrebocas N95
No existe una manera de determinar el número máximo posible de reutilización segura de un cubrebocas N95. El uso seguro de un cubrebocas N95 es afectado por un número de variables que impactan sobre la función del cubrebocas y la contaminación a lo largo del tiempo.
Para reducir las probabilidades de disminuir la protección por una pérdida de funcionalidad del cubrebocas, los encargados de protección respiratoria deben consultar a los fabricantes sobre el número máximo de usos que recomiendan para el modelo que se esté utilizándose.
Por otra parte, se deben desechar los cubrebocas N95 que:
  • Hayan sido utilizados durante procedimientos donde se hayan generado aerosoles.
  • Hayan sido contaminado con sangre, secreciones nasales o respiratorias u otros fluidos de los pacientes.
  • Haya estado en contacto cercano con pacientes co-infectados con alguna otra enfermedad infecciosa.

Métodos de descontaminación de cubrebocas N95 para su reutilización
Un estudio que evaluó la persistencia del SARS-CoV-2 en plástico, acero inoxidable y superficies de cartón mostraron que el virus es capaz de sobrevivir por hasta 72 horas. Una estrategia para mitigar la transferencia de patógenos del cubrebocas al portador durante la reutilización es asignar 5 cubrebocas a cada trabajador de la salud que vaya a cuidar paciente con COVID-19, sospechoso o confirmado. El personal usará un cubrebocas por día y lo almacenará en una bolsa de papel transpirable al finalizar el turno. El orden de uso del cubrebocas debe repetirse con un mínimo de cinco días entre cada uso del cubrebocas.
En caso de que los suministros sean menores y no puedan ser asignados cinco cubrebocas por persona, la descontaminación será necesaria.
Hace un par de días, Fischer et al.,(2020), investigadores del NIH (National Institutes of Health), Princeton University, University of California, Los Angeles y University of Washington publicaron un manuscrito en la plataforma medRxiv, donde evaluaron distintos procesos de descontaminación de cubrebocas N95 para poder ser reutilizados. Los métodos analizados fueron: luz ultravioleta, calor seco, etanol al 70% en spray y peróxido de hidrógeno vaporizado.
Todos estos métodos eliminaron el virus viable detectable de las muestras de tela de cubrebocas N95. Sin embargo, la solución de etanol dañó la integridad del ajuste y sellado del cubrebocas después de dos sesiones de descontaminación, por lo que no sería un método recomendable para reutilizar el cubrebocas. En cambio, la luz ultravioleta y el calor seco presentaron problemas en ajuste y sellado después de tres sesiones de descontaminación, por lo que estos métodos permitirían reutilizarlos dos veces. Finamente, los cubrebocas tratados con peróxido de hidrógeno vaporizado no presentaron ninguna falla después de tres sesiones, por lo que podrían usarse potencialmente 3 veces.
Los protocolos utilizados fueron los siguientes:
  • Luz ultravioleta: 10, 30 y 60 minutos con una exposición de radiación de 0.33 J/cm2, 0.99 J/cm2 y 1.98 J/cm2, respectivamente. La lámpara tenia una longitud de onda efectiva de 260-285 nm. Efectivo sólo si se aplica por al menos 60 minutos.
  • Calor seco: 10, 20, 30 y 60 minutos en un horno a 70 °C. Efectivo sólo si se aplica al menos 60 minutos.
  • Etanol al 70%: 5 pasadas de etanol durante 10 minutos. No se recomendable.
  • Peróxido de hidrógeno vaporizado: exposición de 7 minutos en una incubadora con capacidad de generar peróxido de hidrógeno vaporizado 1000 ppm. La mejor opción, pero requiere equipo especializado, el cual no está disponible en todos los hospitales.
Finalmente, los autores incitan a cualquiera que vaya a descontaminar cubrebocas N95 que verifique el ajuste y sellado sobre la cara antes de cada reutilización, en caso de no ser adecuado se debe desechar dicho cubrebocas.

Por otra parte, en una nota de Dana Mackenzie publicada en Engineering, menciona que el grupo del Dr. Chen en China, durante el mes de marzo realizó pruebas de descontaminación de cubrebocas N95, donde utilizó un protocolo de usar una autoclave a 121 °C durante 30 minutos, pues este es uno de los equipos más comunes en la clínica. Posteriormente, los cubrebocas deben ser cargados eléctricamente, lo cual puede realizarse mediante el uso de una secadora de cabello, la cual no debe ser antiestática. Como resultados obtuvieron que cubrebocas N95, utilizados previamente por voluntarios durante 8 horas y ser sometidos a dicho protocolo, filtraban hasta 99% de partículas de 0.1 μm. Sin embargo, los fabricantes no recomiendan este método pues pueden perder el ajuste y sellado, por lo que debe verificarse esto antes de volverlos a usar.

Información basada en el Recommended guidance for extended use and limited reuse of N95 filtering facepiece respirators in healthcare settings de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), disponible aquí. Así como en los manuscritos de:
  • Fischer, R. J., D. H. Morris, N. van Doremalen, S. Sarchette, M. J. Matson, T. Bushmaker, C. K. Yinda, S. N. Seifert, A. Gamble, B. N., Williamson, S. D. Judson, E. de Wir, J. O. Lloyd-Smith y V. J. Munster. 2020. Assessment of N95 respirator decontamination and re-use for SARS-CoV-2. medRxiv. DOI: https://doi.org/10.1101/2020.04.11.20062018.
  • Mackenzie, D. 2020. Reuse of N95 mask. Engineering. En prensa. DOI: https://doi.org/10.1016/j.eng.2020.04.003.

Compartir en: