PROGRAMA EDITORIAL

 “CON USTEDES… LOS LIBROS Y SUS AUTORES”

Título

 Las voces de los muros

 

 

La Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo comparte un espacio educativo cuyos muros originales se remontan al siglo XVIII, cuando la orden religiosa de San Juan de Dios iniciara, en una colina localizada al noroeste del antiguo Real de Minas de Pachuca, la construcción de un hospital para curar los males del cuerpo y una nueva capilla para sanar el alma. Tres siglos atrás esa orden se encargó de brindar servicios hospitalarios en esta comarca minera y también se ocupaba de los oficios religiosos. La congregación católica permaneció casi cien años, hasta que la salud fue administrada en otro nosocomio, el municipal, alojado en un rincón del viejo convento de San francisco; sin embargo, los actos eclesiásticos continuaron hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Este edificio, el más emblemático de la Universidad, ha transformado en distintas épocas su nomenclatura para cumplir con su vocación educativa, desde aquellos institutos de los siglos XIX y XX hasta la universidad pública creada el 3 de marzo de 1961, que sigue al servicio de la sociedad. Incursionar en el edificio nos permite descubrir las expresiones arquitectónicas que lo caracterizan: la colonial, la neogótica, el Art-Decó, el estilo funcional y hasta el ecléctico. En ellas se encierran detalles y se encuentran rincones tales como una fachada barroca o la militarista; se descubren los arcos de cantera grisácea, sus contrafuertes coloniales, las escalinatas principales, el cubo de la escalera del inmueble Art-Decó. con unos balcones volados del edificio Art-Decó y las ventanas que conservan una gran simetría, los barandales, las columnas de hierro forjado del jardín de la garza y los herrajes, las placas conmemorativas, el campanario del reloj; los pisos de mosaico italiano y los de granito negro y blanco, el pasillo principal con su techumbre de madera, vidrio y lámina, las bóvedas catalanas, el domo de vidrio y la cúpula de la capilla; las galerías en lo que fueran los pabellones hospitalarios de San Juan de Dios, el Teatro La Garza, la Sala de Sesiones del Honorable Consejo Universitario, la galería de exposiciones, el Museo de Mineralogía, los salones de los talleres artísticos, financiados por el Patronato de la UAEH, y el jardín de La Garza, que tanta identidad y pertenencia nos da a los universitarios de Hidalgo. También podremos admirar aquel reloj del frontón, que empezó a funcionar trece años antes que el monumental de Pachuca, el Observatorio Meteorológico y los jardines del frente con su singular topiaria. El espacio universitario conserva mobiliario que hoy forma parte del patrimonio histórico y artístico de la institución. También se guardan innumerables recuerdos de visitantes distinguidos, de alumnos y profesores que se han destacado en las ciencias, las artes y las humanidades. El libro acompañará al lector para conocer el inmueble y, luego de conocer su magnificencia, también lo invitará a participar en su cuidado, su conservación y su difusión, pues es patrimonio legado por generaciones de alumnos, profesores y trabajadores a los hidalguenses.