“El abuelo Martín” es quizá el ejemplo más contundente: el final sorpresivo advierte no solo de un acto criminal sino de la distorsión de la memoria, instalada en el error y la misoginia colectiva. Por otro lado, “Con las manos atadas”, que también contiene una descripción minuciosa de las posiciones de los cuerpos, parte de un acto criminal para que el protagonista tenga un escape mental y una oportunidad imaginaria para crear un encuentro sexual.
Otros cuentos de Quién no mantienen una atmósfera situada en el límite de las decisiones de los personajes; algunos explotan, otros están a punto de hacerlo –aunque eso quede postergado en el tiempo de la narración y las acciones– y otros siguen el juego en el que indirectamente han caído: el final sorpresivo, clave en la estética de un tipo de cuento, tal como lo sugiere Julio Cortázar –con la analogía del box, el escritor argentino argumenta que la novela gana por puntos y el cuento gana por knock out–,no siempre consiste en tomar la decisión más radical, violenta o inesperada: a veces lo sorpresivo reside en no ejecutar una acción precipitada y en mantener las apariencias que salvan al protagonista, como ocurre en “Lo de papá” y “Dos valijas”; en este último,
Quién no
Claudia Piñeiro
Alfonso Macedo Rodríguez
Profesor investigador de la Lic. en Letras Hispánicas, Universidad Autónoma Metropolitana - Iztapalapa
A finales de 2018, se publicó en México el libro Quién no de la escritora argentina Claudia Piñeiro (1960). Se trata de una colección que aborda algunos ángulos de la vida cotidiana a través de historias que escapan a lo insólito. Este volumen de dieciséis cuentos no solo juega con la creación de pequeños universos autónomos que propondrían preguntas implícitas del estilo “¿qué hubieran hecho ustedes en esa situación?”, más bien revela el carácter egoísta y violento de la condición humana, a cualquier edad. “Alquiler temporario” (gran cuento de terror, de lo mejor de la serie), “Basura para las gallinas”, “El abuelo Martín” y otros sugieren esa violencia contenida que en algún momento estalla o ya estalló secretamente.
Los cuentos de Piñeiro sugieren escenas en que la violencia aparece y arremete con cierta sorpresa: puede tratarse de un caso de feminicidio o un aborto ilegal, pero también del machismo normalizado en cualquier contexto; así, “Dos valijas”, “Basura para las gallinas”, “El abuelo Martín”, “Lo mejor de vos”, por ejemplo, sugieren la aparición de la violencia doméstica cuando se han tomado decisiones irreversibles; justamente, “Basura para las gallinas” y “Salsa Carina” contienen prolijas descripciones de actos violentos que remiten a la minuciosidad de los pasos a seguir en un recetario o un manual para obtener el producto deseado –tal como sucede al final del cuento “Dios en la tierra” de José Revueltas, que produce fascinación y horror: se narra y describe el procedimiento para empalar a un opositor a la causa cristera–. La función que cumple la descripción en los cuentos mencionados sugiere, así, la normalización de la violencia.