Dirección de Fomento a la Lectura

 

A la muerte de su madre junto a sus hermanos, se traslada a la casa de su padre y de su tía Cayetana en la ciudad. Los De Tena hablan francés en la mesa y se deshacen en atenciones ante los extranjeros, aunque a los nacionales los denigran. No son ricos en realidad, pero hacen todo lo posible por esconderlo en una sociedad en lo que lo único que importa es la clase social y no ser indígena. Así es como los niños acaban educándose con los maristas, en un mundo lleno de discriminación y desigualdad social al que acaban por acostumbrarse o rebelarse, no hay de otra. Su gran intelecto le permite tener amistad con los hijos de la clase más acomodada de México, pero su origen humilde y su carácter inconformista le apartarán de lograr ser reconocido como ellos.

Lorenzo de Tena dejó la Escuela Libre de Derecho y no se convirtió de entrada en Astrónomo, sino que apoyo a Bassols a ayudar a las comunidades indígenas a tener una mejor vida. Se peleó con sus amigos que, después de ser juaristas, acabaron por contentarse con el gobierno, abarcando todo lo que podían. Y finalmente, deseoso de hacer algo por México, un país donde los políticos oían la palabra ciencia y temblaban de miedo, se puso a trabajar en el Observatorio, también la búsqueda inconsciente de la madre perdida, es lo que condujo a Lorenzo a tener una pasión por las estrellas y todo lo referente al espacio, ama el cielo, prendado de un afán de conocimientos de otro mundo.

Tena en algún momento de su vida se relaciona con importantes líderes de izquierda; conoce a Luis Enrique Erro un hombre de política, pero también conocedor y dedicado a la ciencia quien involucra a Lorenzo a la astronomía. Debido a esto Tena descubre su verdadera pasión. A partir de ese momento en que empezó a observar se dio cuenta de que el cosmos lo convertiría en otro hombre.

La vida de las estrellas le parecía autentica, más que la de los hombres. Todo suena maravilloso, pero también se traducía a soledad, distanciamiento, lamentablemente muy pocos veían lo mismo que él veía en el cielo, no entendía porque los demás no podían ver la vida como él; Se enfrentaba también a la gran angustia que sentía ante la inmensidad de ese misterioso universo en expansión, que trataba tenazmente de comprender y descifrar; él mismo tiene mucho que descubrir en y del cielo. Como astrónomo se le revela el origen presumible y el saber infinito, así como una mirada crítica de la apariencia y acelerada de convencimientos. Pero también se enfrentó al amor, que fue su gran desafío, durante su vida no logra conocer el amor absoluto, sufrió abandono y traición, esto lo hunde en una terrible depresión y es cuando se da cuenta de que de nada sirve tener un cielo tan espectacular allá arriba, sin nadie a su lado con quien compartirlo aquí abajo. Las relaciones del Tena con las mujeres son fallidas porque su trabajo le resulta más interesante. El problema principal de Lorenzo, con las mujeres, es su forma de tratarlas y verlas, haciéndole pasar su orgullo los más difíciles momentos en sus relaciones amorosas.

En esta novela inevitablemente se muestran dos verdades: la científica y la sentimental entre fenómenos naturales y los sentimientos ocultos de quien día a día vive. Se muestra que aun siendo científicos, políticos, astrónomos y más…son seres humanos que sienten, viven, ríen y también sufren.

Datos sobre la autora

Elena Poniatowska nació en París y vive en México desde 1942. Periodista y escritora comprometida, a menudo ha puesto su pluma al servicio de las causas más justas. Entre sus novelas destacan: Lilus Kikus (1954), Hasta no verte Jesús mío (1969), Querido Diego, entre otras.

También ha escrito libros de entrevistas, ensayos y crónicas tan importantes como La Noche de Tlatelolco (1971) y Fuerte es el silencio (1980). Su obra ha sido traducida a más de una decena de idiomas y galardonada con múltiples premios nacionales e internacionales.