Dirección de Fomento a la Lectura

 

Sin embargo, en cierta manera reivindicativa, nos relata este texto a partir de los ojos del “testigo”, de quien su función consiste en “redactar el fiel testimonio de lo que va a ocurrir en México”. Y es con esta perspectiva que nos permite vislumbrar la historia de Regina Teucher Pérez, y su rol dentro de este periodo de la historia.

La narración comienza el día 21 de marzo de 1948 en la Zona Arqueológica de Teotihuacán, donde don Miguel y sus acompañantes, los “auténticos mexicanos”, ascienden por el milenario basamento piramidal, al encontrarse el sol en el cenit, para realizar una ceremonia que de cierre a la era de la era de piscis, dando paso a la nueva era de acuario. En ese momento en la Aldea de los Reyes -lugar cercano a Amecameca, Estado de México-, el ingeniero Richard Teucher acompaña a su esposa, quien entra en labor de parto para dar a luz a la pequeña Regina.

Nacida en México, es identificada como un avatar capaz de unir la herencia cultural mexicana con la alta espiritualidad, por lo que sus padres la llevan a las montañas del Tíbet, donde pasará su infancia y adolescencia aprendiendo a desarrollar su poder en contacto con la naturaleza, como una auténtica dakini. Tras el asesinato de sus padres y del lama quien la educó, es recluida en China, donde poco a poco va encontrando y dando sentido a los conocimientos adquiridos hasta ese momento, sin limitar el aprendizaje de nuevas herramientas que le permitirían llevar a cabo su misión.

Posteriormente, al regresar a México, tras aprender sobre su cultura, se encuentra con los auténticos mexicanos quienes ya la esperaban para llevar a cabo la apertura de consciencia de la nación, el despertar de los guardianes y así, tomar acción con el legado de Cuauhtémoc.

Ayudada por los auténticos mexicanos y un grupo de personas quienes contaban con un elevado grado de espiritualidad, efectúan un ritual en el cual, junto con 400 mártires, entrega su vida; “dando la luz al despertar de la mujer dormida, siendo así, parte de esa semilla que germinará en una nueva nación”; quienes puedan ver la realidad.

Velasco Piña logra relacionar los acontecimientos políticos y revolucionarios de 1968 con deidades prehispánicas, tibetanas y católicas, dando a la historia una perspectiva espiritual que da nueva luz sobre la cultura mexicana y sus herederos. Sabiduría prehispánica, astrología, memoria, historia y misticismo, se combinan para entregar un best seller clásico moderno que ha demandado más de veinte ediciones en español, así como la traducción a varios idiomas. Al respecto menciona Laura Esquivel: “Hay historias que deben contarse una y otra vez. Tal es el caso de Regina y su vinculación con los acontecimientos de 1968.”

Sobre el autor

Antonio Velasco Piña, nacido en Guerrero en septiembre de 1935, es egresado de Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México. Autor de al menos catorce libros (entre ensayos históricos y narrativa -relatos y novelas-), en los que da cuenta de su investigación de temas históricos;

Actividad a la que dedica su tiempo desde 1989, además de impartir pláticas y conferencias con el fin de difundir su visión de la etapa por la que actualmente atraviesa México y el papel que está llamado a desempeñar en el presente ciclo.