Lakshmi Bai fue criada por su padre porque su madre falleció cuando ella tenía apenas cuatro años de edad. La próxima reina siguió todas las tradiciones de su país y se casó con un maharajá a los 12 años, tuvo un hijo y lamentablemente este falleció a los cuatro meses de edad, las leyes del país oriental dictaban que era necesario que existiera un heredero, motivo por el cual mientras estuvo casada con el maharajá adoptaron al sobrino de este último, Rao Damodar, a quien la soberana quiso mucho y a quien se echó a la espalda para poder pelear.
Las leyes que tenía que Compañía Británica de las Indias Orientales no permitía que Rao Damodar fuera el heredero universal, motivo por el cual la rani contrató a un abogado inglés y al ver que no tenía otra opción decidió conformar un ejército de 14000 personas, entre ellos hombres y mujeres, esa era la primera vez que en un ejército había mujeres y hombres.
El espacio temporal en que se ubica esta historia data de principios del Siglo XVII cuando Inglaterra buscaba expandir sus dominios e inició sus intercambios comerciales con la India a través de la Compañía Británica de las Indias Orientales que podía explotar los recursos minerales del lugar, reclutar soldados indígenas y conquistar territorios.
La soberana enviudó y debido a los conflictos que existían en el país, la rani huyó a otro lugar con su hijo; los problemas se acrecentaron cuando Hugh Rose decidió sitiar la ciudad,
La reina de los cipayos
Catherine Clément
Beatriz Méndez
Equipo de Fomento a la Lectura
En ocasiones leer temas de historia resultan tediosos, pero ¿qué tal si al mismo tiempo que lees la historia de algún país te encuentras con la historia de una mujer viuda que fue dirigente de un ejército? La historia no resultaría tan aburrida como pudiste haber imaginado antes y sabrías que los héroes no solo son hombres, sino también mujeres.
La reina de los cipayos narra la historia de Rani Lakshmi Bai (1828-1858), una niña que estaba destinada a ser reina, ella nació en una casa de brahmanes, en India, un país en el que el destino de una hija de convertirse en soberana no se podría concebir como algo natural, sin embargo, su padre era el más feliz de saber que su hija sería una reina. Lakshmi Bai creció en un pueblo en el que convivía con niños con los que aprendió a comportarse como ellos, sabía montar y hacer cosas que podrían no parecer específicos de una niña.