Dirección de Fomento a la Lectura

 

América tenía clara una cosa. Su familia necesitaba el dinero que le daban a cada chica que permaneciese en el reino en agradecimiento por su belleza, así que si ella tenía que rendirle pleitesía a un hombre que jamás podría agradarle, lo haría.

Al llegar al reino, esperó su turno para hablar con el príncipe Maxon. Su irreverencia la hizo declararse en contra del proceso de Selección, y por lo tanto incrédula al hecho de enamorarse de alguien a quien al conocer un par de meses no significaba nada como para casarse con él. Cuando Maxon coincidió en su totalidad, lo cual los llevó a discutir el tema de mayor importancia: la estadía de América en el reino. Mientras Maxon moría de miedo por hacer todo bien, América y su familia necesitaban el dinero. Así que acordaron que en tanto América sería una buena amiga de Maxon, él le garantizaría su estadía en el reino hasta el final de la Selección.

Todas las participantes dieron discursos, cocinaron, aprendieron de relaciones exteriores y América en tanto más aprendía desarrollaba una fuerza para un cambio político. Su opinión era tan fuerte que la figura de la mujer ama de casa y compañera del príncipe se quedó a un lado, lo cual ni a la prensa ni al rey les agradaba.

Al desembocar una serie de ataques al reino por todos aquellos rebeldes en contra de la forma de gobierno, para el rey la única culpable era América. Todo sucedía en tanto en el castillo quedaban 6 chicas: la Élite.

Con lo que no contaban ni América ni Maxon era que la constante convivencia y las conversaciones a media noche harían que ambos se enamoraran tanto que no podrían estar separados uno del otro, hasta Aspen. Él estaba tan enamorado de ella que se enlistó como guardia del reino con tal de ver a su amada. Lo que él no sabía era el cambio de receptor sentimental de su musa. Mientras América fingía con Aspen con tal de no romperle el corazón, Maxon se convencía más que ella sería su futura esposa, hasta que la vio con él. A dos días de darle a conocer al mundo sus sentimientos vio cómo Aspen le robaba un beso a ella. Intentó convencerlo de que no pasaba nada, pero ya era demasiado tarde. Maxon elegiría a alguien más.

El esperado día llegó con cañones, balas y rebeldes. Todo resultó en la muerte del rey y la reina y un disparo a Maxon. “Te voy a amar siempre América Singer. No puedo evitarlo” dijo Maxon antes que cerrara sus ojos en el regazo de América. Al despertar ¿sería la Elegida quien lo traicionó, o eran un nudo tan atado que por más que lo presionasen no lo podrían romper?

Sobre el autor

Kiera Cass, Graduada en la Universidad Radford con la licenciatura en historia. Creció en Carolina para después vivir a Christian Burg, Virginia. Su marido es ingeniero eléctrico, su hijo está obsesionado con los autos y su hija con las princesas. Según el New York Times fue la número 1 en ventas con su best seller: la saga La Selección.