Una generación nacida a finales de la década de 1980, la cual, como muchas, estaba acostumbrada a mediar entre directivos y jugadores, y ello en la medida de lo posible, logró solucionar sus problemas. Tres palabras: trabajo, precisión y ética; las cuales al colisionar en la práctica forman una explosión de cero limitaciones mentales tanto en el entrenamiento como en la cancha. ¿Prueba de ello? Vaya que la hay.
Los ingredientes de la aventura son los arrebatadores momentos que experimenta la oposición en su máxima expresión, Ava recibe del mismo hombre toda la plenitud y felicidad, pero también posesión y autoridad al ser tratada. El señor Ward no revela su edad, es indomable y controlador, pero dulce y provocador, con esa mirada que sigue siendo un enigma.
Si Jorge Sampaoli propagó las ideas del sensei de este equipo y Juan Antonio Pizzi le agregó cierto grado de dificultad a la fórmula del maestro con un aumento de variables, el resultado terminaría coincidiendo para ambos procedimientos: elementos separados tienen menos valor que aquellos que trabajan en conjunto, no por nada todos ellos entregaron un bloque formado de aquellos jugadores sin cabida en sus equipos, salvo el logro obtenido en la selección. ¿Cuál era esa selección? La Roja chilena.
Futbol Total
El estilo que cambió la historia de la Roja
Selene Ameyalli Torres Martínez
Equipo de fomento a la lectura
"La Roja pudo llegar antes a esta certeza competitiva con el aporte de Riera y Álamos, pero la tendencia a empezar siempre desde cero, típica de un país acostumbrado a los terremotos, neutralizó finalmente su impacto. La pregunta sobre lo que viene en Chile después de la generación dorada es obvia y aún no tiene respuesta”
Bicampeón de América, campeón de la China Cup, subcampeón de la Copa Confederaciones y con participaciones de reconocerse en los mundiales de Sudáfrica y Brasil. ¿Qué equipo habrá llegado a lograr todo esto cuando ya poco más de una década atrás se llevó la derrota contra Brasil con un seis a uno? Y más importante aún, ¿a quién se le puede acreer la culpa de semejantes méritos? Sin más pensamiento profundo la respuesta podría ser: los jugadores, pero incluso ellos requieren de algo más que talento para dominar el balón; el trabajo de uno no es virtud de ese uno cuando hay 10 más dentro de la cancha con quienes tiene una labor de equipo, más aún quienes se encuentran en la banca."